 Reflexiones que pudieran debatirse, y que lo más importante es que sirvan para tomas de decisiones en un futuro inmediato, si así se considera Hemos estado recorriendo todo el territorio nacional visitando las diferentes comunidades porque nuestra Fundación Red de la Dignidad promueve un programa de carácter social denominado Red de Comunidades Solidarias.
En estos aprestos acumulamos ciertas experiencias que muy bien pudieran explicar, con mucha certeza, lo que esta ocurriendo en el país, sin caer en lo teórico, ni mucho menos pretendiendo ser un profesional de la sociología.
Mas, son reflexiones que pudieran debatirse, y que lo más importante es que sirvan para tomas de decisiones en un futuro inmediato, si así se considera.
La República Dominicana esta transitando un camino muy delicado en los últimos tiempos con relación a las perturbaciones sociales que se han ido generando en el seno de nuestras comunidades, las cuales se sienten desamparadas y olvidadas cargando un gran fardo de problemas colectivos.
Resulta tan sencillamente, que no existe una verdadera y efectiva comunicación de los representantes de las comunidades y los funcionarios de las diversas instancias del Estado.
Consecuentemente, sectores políticos aprovechan dicha debilidad para desmeritar la gestión de gobierno afectando mediante métodos riesgosos la seguridad y la paz social.
De tal manera que la relación Estado – Sociedad se va deteriorando, al punto que ya se habla de poblada y de ingobernabilidad.
Sin embargo, cuando nos reunimos con los actores comunitarios nos enteramos que no hay, no hubo o no se estableció una adecuada línea de comunicación con las instituciones llamadas a resolver las necesidades.
El origen de esta distorsión que acabamos de expresar hay que buscarla en el comportamiento irresponsable de los funcionarios.
Aun recibiéndose los reclamos no se presta la debida atención que arroje resultados positivos.
Si observamos la magnitud de la mayoría de estos reclamos, representan pequeñas atenciones.
¿Por qué exponer a nuestros conciudadanos al peligro, no dejándole a estos otra alternativa que utilizar métodos de lucha social sugeridos por inescrupulosos, como única salida?
¿Por qué exponer la imagen del país ante la comunidad internacional como si viviéramos en una crisis de gobernabilidad?
¿Por qué exponemos la figura de nuestro Presidente, constitucionalmente elegido, con un prestigio transfronterizo muy bien ganado, teniendo él que salir a la calle descuidando los grandes desafíos nacionales para enfrentar problemas que suponen deben resolver otras instancias de poder?
Pienso, que la raíz del problema tenemos que buscarla en los que tienen autoridad de mando ocupando puestos en el Estado, presentando soluciones.
De no resolverse esta disyuntiva en breve, muy poco tendrá que buscar el partido en el poder para continuar dirigiendo los destinos de la nación hacia el desarrollo y el progreso trazados como meta. |
