PARTE III. Impacto de la mortalidad prematura en usuarios vulnerables
Conocer la mortalidad prematura por siniestralidad en las vías públicas es una tarea de seguridad vial a través de su observatorio de datos, que nos permite tomar decisiones oportunas para controlar la epidemia que representan los siniestros y sus secuelas.
En esta ocasión tratamos sobre el medio de transporte más usado y afectado de inseguridad, la MOTOCICLETA, puesto que al no tener carrocería, sus ocupantes resultan los más vulnerables en la red viaria, en término de los años que pierde la población, al morir antes de la edad señalada por la esperanza de vida al nacer según el Índice de Desarrollo Humano determinado por los organismos internacionales.
Las motocicletas conforman el 54% del total de la flota vehicular al alcanzar la cifra de 1,947,000 unidades.
Obviamente, las autoridades reconocen de la gran cantidad de motocicletas ilegales, ensambladas en talleres clandestinos o informales, que nunca han sido registradas y por tanto figuran en la lista oficial, al igual que otras que por siempre han circulado al margen de la ley.
Al concluir el 2015, el sector de las motocicletas reportó 1,290 víctimas mortales representando el 66% de las fatalidades asentadas en las estadísticas de AMET en ese mismo período.
Los percances viales son evitables, y un indicador importante para los gobiernos es el APVP (años potenciales de vida perdidos), que al ocurrir la muerte antes de los 74 años edad, se considera prematura, y que por ende afecta la producción de riquezas.
En ese tenor, se deben generar políticas tendentes a disminuir en el tránsito las incidencias irreparables.
Nuestro Observatorio de Seguridad Vial en FundaReD determinó que las defunciones de ocupantes por siniestros en motocicletas de 0 a 74 años de edad ascendieron en el 2015 a 1,012; representando el 71% del total en ese mismo rango etario de los otros medios de transporte.
Si esta situación se traduce en años productivos perdidos para la sociedad, las cifras arrojadas en las estimaciones lucirían increíbles.
Sin embargo, lo cierto es que los números son una pieza clave para que nuestras autoridades reflexionen acerca de esta problemática que se comporta como TSUNAMI SILENCIOSO.
El grupo de ocupantes de motocicletas más afectado está entre los 15 y 29 años de edad, nos dice que al menos 28,788.50 años de vida productiva se perdieron en el 2015.
La misma tabla refleja un total de 42,508 años de vida potencial perdidos, y también se advierten 22 Años Potencial de Vida Perdidos (IAPVP) por cada 1000 ocupantes de motocicleta afectada con fatalidades el año pasado, para un total de 57,960.50 años de vida perdidos, incluyendo todas las víctimas mortales en las vías dominicanas durante el 2015, entre 0 y 74 años.
El siguiente gráfico supone los Años de Vida Potencialmente Perdidos en la red vial nacional en el 2015. En donde el rango de edad de los más afectados se estimó un AVPP igual a 34,762.50.
Por tanto, es preciso dar a conocer un nuevo indicador, poco divulgado, denominado índice de Swaroop o Tasa de Mortalidad Proporcional (ISW), una variable interesante porque nos permitirá inferir sobre la calidad del sistema sanitario nacional e inducirá a los decisores de políticas públicas tomar medidas pertinentes.Esta variable incide directamente en las defunciones por siniestros de movilidad en personas de 50 o más años, y nos dice que, mientras más cercano a la unidad, será mayor el grado de desarrollo de un país en materia de salud, pues el sobrepasar esa edad sugiere mejor calidad de vida de los usuarios de las vías.En el caso de la violencia vial, ISW en motoristas alcanzó un 11%, lo cual está muy lejos de los porcentajes considerados aceptables.
Los países desarrollados exhiben un índice entre 80% – 90%, por lo que esto nos da una idea de la real situación sanitaria en la República Dominicana, y por demás, nos permitirá trazar nuevas metas en ese orden que conlleven a fortalecer otras, como es el caso del Sistema 9-1-1.